jeringas

Jeringas
(15/10/05)




Me embriago con el sabor de tu café por la mañana, me trago las malditas pastillas que me animan a continuar; por eso paso los días solo.
Me levanto y salgo a la calle, sin rumbo, recorro lugares alejados, drogado de tu aroma cálido de amanecer, sin reflexionar que te he dejado atrás solo en espacio y tiempo.
Me alejo de aquél que te apunta con el dedo, como si fuese el primero y último estúpido que se droga por las mañanas. Ahora es diferente, nunca me importó, sólo callo, no pierdo el tiempo, evito los golpes y las miradas de desprecio.
Los colores cobran vida sólo cuando miro el semáforo, no se exactamente que hora es, lo único que llevo es un reloj detenido en el tiempo. Domino la escena de aquella madrugada, aunque el espectador se encuentre aún dormido… me sumo a la marcha colectiva del reproche, mi escape, mi llave hacia la verdadera libertad de excluir a la incomprendida estupidez.
No muevo las piezas del tablero, hoy quiero perder. No quiero nada perfecto, sólo espero llegar a casa y dormir, para mañana hacer que cambie, contemplar la salida del sol en el balcón con un café y el sonido típico del amanecer; observar tu despertar y no salir huyendo, esta vez debo ser yo quien entre el delirio desesperado deba pedir que te quedes, para no imaginarte muerta en el recuerdo de aquella estrella fugaz. Recordarte intacta, llena de luz de luna, sangre, flores con olor a lagrimas, desaparecen en el olvido hasta el conocimiento que no necesita ser nombrado.
^^ Kais ^^