Nada ha cambiado
(07/11/05)
El sabor amargo del café me hace recordar que estoy solo nuevamente, una mezcla de sabor dulce de miel que parecía olvidado. Todo esto me divierte, el tenerte como algo pasajero, sin maquillaje, sin rumbo; el destino es aún incierto… no me lleva a ninguna parte, al final sé que debo dejarte atrás en espacio y tiempo; otra vez, sí, otra vez, aposté todo en aquél lugar.
Jugaba a ser dios, tenía todo para definir nuestro final, jugué con tu revolver como nunca nadie lo había hecho, tu reías sabiendo que era capaz de disparar; no podía dejarte… te dejé sin compasión alguna, revivía los recuerdos de alcohol y el humo del último cigarro, recuerdos de cucharas y jeringas, torniquete y suero.
El éxtasis de tu piel recorre los espacios ahora vacíos, el escenario perfecto, mi cama deshecha aún desde tu partida, la ventana media abierta por donde mirabas a los vecinos cortar el césped, la TV en el mismo canal dónde mirabas Tom y Jerry, el mismo CD de música que te encantaba por las mañanas; nada ha cambiado desde tu partida.
Estoy solo, como al principio, juego a ser dios con mis jeringas, observo a los vecinos cortar el césped, es algo triste pero no me invade… te sentías tan segura entre mis brazos, pero no sabías que tal vez yo era más débil.
Así el domingo se hizo eterno y regresé a casa, el camino era el mismo, un poco confuso, me perdía entre los autos de la carretera; de pronto un autobús con las luces aún altas se dirigía directo a mi, no hice nada por evitarlo; sigo aquí jugando a ser dios, sin jeringas ni revolver.
^^ Kais ^^
(07/11/05)
El sabor amargo del café me hace recordar que estoy solo nuevamente, una mezcla de sabor dulce de miel que parecía olvidado. Todo esto me divierte, el tenerte como algo pasajero, sin maquillaje, sin rumbo; el destino es aún incierto… no me lleva a ninguna parte, al final sé que debo dejarte atrás en espacio y tiempo; otra vez, sí, otra vez, aposté todo en aquél lugar.
Jugaba a ser dios, tenía todo para definir nuestro final, jugué con tu revolver como nunca nadie lo había hecho, tu reías sabiendo que era capaz de disparar; no podía dejarte… te dejé sin compasión alguna, revivía los recuerdos de alcohol y el humo del último cigarro, recuerdos de cucharas y jeringas, torniquete y suero.
El éxtasis de tu piel recorre los espacios ahora vacíos, el escenario perfecto, mi cama deshecha aún desde tu partida, la ventana media abierta por donde mirabas a los vecinos cortar el césped, la TV en el mismo canal dónde mirabas Tom y Jerry, el mismo CD de música que te encantaba por las mañanas; nada ha cambiado desde tu partida.
Estoy solo, como al principio, juego a ser dios con mis jeringas, observo a los vecinos cortar el césped, es algo triste pero no me invade… te sentías tan segura entre mis brazos, pero no sabías que tal vez yo era más débil.
Así el domingo se hizo eterno y regresé a casa, el camino era el mismo, un poco confuso, me perdía entre los autos de la carretera; de pronto un autobús con las luces aún altas se dirigía directo a mi, no hice nada por evitarlo; sigo aquí jugando a ser dios, sin jeringas ni revolver.
^^ Kais ^^
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