Inkoherentes...

martes, 24 de noviembre de 2009

Noviembre





Noviembre
(24/11/09)




Ya es el final de este principio, por lo menos ya un final, ahora queda esperar, ser paciente. Es que el cambiar de rumbo un poco, y hacer cosas al revés no ha sido bastante. No me queda más por decir, solo hacer cumplir palabras que casi no recuerdo.
Nadie puede suponer lo que se siente y se piensa en un momento como este, afuera el día comienza y yo sigo tirado entre las sombras, sin sombrero, con frío, algo perdido. Me contamino con cada paso en retroceso.
Quisiera lanzar al viento las hojas de papel escritas con la tinta estúpida y aquéllos recuerdos que ensucian la historia jamás contada, una ciudad perdida, un sinfín de lágrimas derramadas por caminos rotos, sin sueños.
El regresar es pasajero, nunca nadie sabe cuanto durará la estadía, un paso en falso para volver a flotar entre nubes de algodón. Quisiera tener un poco los pies en la tierra, sin zapatos, con ventanas cerradas y un objetivo.
^^ Kais ^^

viernes, 6 de noviembre de 2009

extracto el principito


El principito empalidecía de cólera.

-Millones de años hace que las flores fabrican espinas, y otro tanto que los corderos se comen de todas formas las flores. Acaso no es serio intentar entender por qué las flores insisten en fabricar sus espinas que no sirven nunca para nada? No crees que tenga importancia la guerra entre los corderos y las flores? No tiene esto más importancia que las sumas y restas de un Señor gordo y rojo? Y no es también importante que la flor que yo conozco sea única en el mundo, que sólo exista en mi planeta y que un corderito pueda hacerla desaparecer de golpe, en un instante una mañana y sin darse cuenta de lo que hace? Esto, no es acaso importante?

Ya enrojecido agregó:

-Si se ama a una flor de la que no existe más que un ejemplar entre millones de estrellas, es motivo suficiente para que al mirar las estrellas sea feliz. Se dice para sí: "Mi flor está allí, en alguna parte..." Pero si el corderito comiera la flor, para él es como si de pronto y al mismo tiempo, todas las estrellas se apagaran. Y ésto, no es importante?

Bruscamente rompió en sollozos y nada más pudo decir. Ya era noche. Abandoné mis herramientas, de las que ya no importaban ni el martillo, ni el bulón, ni la sed, ni la muerte. En la Tierra, en mi planeta, en una estrella, había un principito que necesitaba ayuda. Lo tomé entre mis brazos y lo acuné. Le dije: "La flor que tú amas no corre ningún peligro... sabes por qué? Dibujaré ya mismo un bozal para tu corderito. También dibujaré una armadura para tu flor... Di..." Ya no sabía que decir. Mis palabras resonaban torpes, estaba perdido... no sabía cómo llegar a él... Es soberanamente misterioso el mundo de las lágrimas...!